¿No será todo
eso que decís
amar,
todo lo que en
realidad
te ata?
Podés ser más que
alguien para alguien
e intentar,
en algún momento,
ser alguien
para vos.
¿No será todo
eso que decís
amar,
todo lo que en
realidad
te ata?
Podés ser más que
alguien para alguien
e intentar,
en algún momento,
ser alguien
para vos.
Vos y yo
nos llevamos
años luz
porque
a vos
hay emociones
que te quedaron
atascadas
y hasta chicas.
Yo, en cambio
cuando te conocí
las transite a todas
y tambien tuve
la atención
de trabajarlas,
para intentar
entenderte.
Esa costumbre
de cambiar para
sentirme suficiente
ante la mirada
de los demás
se terminó
cuando sentí
que perdía
autenticidad.
A partir de ahí
me la banco
sola
porque sé
quién soy
y esa
es mi llave.
Te venden que se puede
y te esforzas para que así
sea.
Te sentís rara,
todos pueden menos vos.
Evidentemente hay algo
en tus códigos
que te hacen
diferente al resto,
y por eso
siempre sufrís.
Y no deja de dolerte
como todos los mortales,
pueden perdonar,
cuando vos a ese sentimiento,
todavía no pudiste
gestionarlo.
Debo reconocer
que viviría en confinamiento
si eso me asegurase
tu companía.
Así como debo reconocer
mi obsesión por tenerte cerca.
Una vez me dijeron
-sentir lástima por alguien
es muy triste.
Y en ese momento
conocí el significado
de la palabra
piedad.
Y deje de sentir lástima
para sentir pena,
casi sinónimos.
Te idealicé
y te convertí
en mi personaje favorito.
Disfruté cada paso
que dabas, porque
yo era quien los escribía.
Controlé cada acción
y medité cada emoción,
pero en esa ecuación
no medí que los personajes
que creamos para otros,
también se revelan.
Leí una vez
que no se puede escribir sobre la felicidad
y me duele tener que afirmarlo,
pero fue desde la infelicidad
que me descubrí para escribir
y pude llegar hasta acá,
donde soy inmensamente
feliz.
Donde puedo ponerme en palabras,
donde puedo encontrarme
y darme todo lo que alguna vez
merecí.
Paradójico y hasta ilógico,
sentir que tuvieron que romperse
todos mis esquemas
para empezar de nuevo.
Cuando leas esto
quiero que sepas
que te ganaste
todas las medallas
todas las vidas
y todos los destinos
en los que mi alma se vea involucrada.
Estoy rota por sentirme incompleta,
por no poder caminar
sin sostener tus alas,
por hacer de mi incompletud
tu fortaleza y tu refugio.
Quiero que sepas
que eso me pasa
por amarte más
y no me arrepiento
de ser quién un día
me gustaría que fueras.
Al fin y al cabo
alguien tiene que dar el ejemplo.